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![]() . Transcomunicación Instrumental |
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Al escuchar una de las grabaciones, el antropólogo pudo comprobar que entre las manifestaciones propias
del ritual, se escuchaban unas voces, que por momentos eran más fuertes que las voces de los chamanes, como si hablaran directamente
en la boca de la trompeta. Fuera de este contexto, y sin buscar contacto alguno, el médico italiano Ferdinando Cazzamalli
realizó algunos experimentos con varios sujetos que poseían determinados desequilibrios psíquicos entre los años 1923 y 1925.
Cazzamalli buscaba respuestas sobre cual era la naturaleza física del fenómeno de la telepatía y cual era el mecanismo de
producía el traspase de información de una mente a otra. En el curso de sus investigaciones, Cazzamalli recibió extrañas voces paranormales en un receptor de
radio, aun cuando este estaba protegido por una Jaula de Faraday. Esto llevó a pensar, con la convicción de que eran los sujetos
estudiados quienes provocaban el fenómeno, de que la telepatía se propagaba de forma similar a las ondas de radio. Las primeras voces en cinta magnética En una de sus sesiones, grabaron una voz que no debería estar allí. A este primer registro le sucedieron
otros y las investigaciones de ambos sacerdotes sobre este fenómeno se prolongó durante toda la década, haciendo diversas
pruebas de laboratorio sobre la obtención de voces. Años más tarde, en 1986, el padre Pellegrino Ernetti concedió una entrevista
a la revista italiana Oggi, donde pormenorizó sobre los resultados e investigaciones realizados desde 1952. Pocos años más tarde, concretamente en 1956, el investigador norteamericano Raymon Bayless también
captó voces de origen paranormal. Durante los trabajos de investigación que estaba llevando a cabo con el psíquico Attila
von Slazay, quedaron grabadas en la cinta magnetofónica voces que no se habían escuchado durante la sesión mediumnica.
Bayless intentó dar a conocer sus descubrimientos a la comunidad parapsicológica, pero sufrió la indiferencia de sus colegas
que no dieron importancia al fenómeno. Otras personas habían logrado por aquellas fechas voces paranormales en cintas de audio. Un estudioso
de la vida de los insectos, el médico inglés Dr. Thomas E. New, habría conseguido registrar algunas voces que semejaban
a las humanas durante sus trabajos de campo. Luego de una paciente investigación, presentó su informe a otros colegas, pero
acabó renunciando a la investigación y divulgación de este fenómeno para no perder su prestigio profesional. Algo muy parecido le ocurrió al alemán Karl Hintzman, quien había captado voces ininteligibles
en el campo. Al igual que New, decidió interrumpir drásticamente cualquier investigación al respecto. Y aunque las psicofonías
son un fenómeno presente desde la aparición de los primeros magnetófonos, lo cierto es que popularmente se le atribuye al
pintor, músico y cineasta sueco Friedrich Jürgenson el descubrimiento del fenómeno. Según su propio relato, el hallazgo de las voces paranormales se produjo de forma totalmente casual:
Fue en el año 1959, cuando Jürgenson se dirigió a un bosque cercano a su casa en Mölnbo, a pocos kilómetros de Estocolmo,
con la intención de grabar los trinos de los pinzones para la banda sonora para un documental sobre la vida de los pájaros.
Allí dejó su magnetófono cerca de un árbol y se alejó lo suficiente para que la cinta pudiera registrar con naturalidad los
trinos de los pájaros. Algo más que trinos Habiendo tomado todas las precauciones para que allí no estuviera nadie, realizó una nueva grabación.
Nuevamente aparecía una voz, que le llamaba por su nombre de pila. En un principio, Jürgenson pensó que aquellas voces pertenecían
a alguna emisora de radio que había entrado accidentalmente por el magnetofón. Luego de algunas pruebas, desechó la idea de
una emisora de radio y pensó que estaba utilizando una cinta reciclada y que aquellas voces pertenecían a un registro anterior.
Luego de repetir la experiencia varias veces y con la certeza de utilizar cintas nuevas, comprobó que las voces se repetían
en algunas grabaciones. ¿Alucinaciones auditivas? Como las voces normalmente eran inaudibles durante la grabación y solo se convertían en un leve susurro
al escuchar la cinta, Jürgenson había afinado su oído hasta el punto en que cayó en una especie de proceso de alucinaciones
auditivas, donde interpretaba como voces casi cualquier sonido: el ruido de la lluvia, chasquidos, etc. Ante esta situación,
decidió suspender sus experimentos durante algunos meses. Luego de reanudar las pruebas, había un "mensaje" que siempre se repetía y que lo invitaba a seguir
escuchando. Ya dispuesto a abandonar por el cansancio, Jürgenson creyó escuchar en su magnetófono una voz que le decía -...
espera, espera, escúchanos. A partir de este momento, se dedicó totalmente a la investigación de este fenómeno. Después de varios meses de pruebas, y con la convicción de que las voces de las cintas pertenecían
a seres ya fallecidos, presentó sus grabaciones con las voces a los miembros de la Sociedad de Parapsicología de Estocolmo,
aunque, como era de esperar, no le dieron demasiada importancia al fenómeno. Presentación en sociedad de las voces Algún tiempo después, Jürgenson publicó su segundo libro bajo el arriesgado título de Comunicaciones
por radio con los muertos donde afirmaba -sin ningún tipo de reservas- que era posible mantener comunicaciones relativamente
fluidas no solo con personas allegadas ya fallecidas, sino que también su método servía para comunicarse con personajes históricos
de todas las épocas. Los científicos de entonces no refutaron ni debatieron en ningún momento las tesis de Jürgenson, sino
simplemente lo ignoraron a él y a sus libros. Otro tanto de lo mismo hicieron los parapsicólogos, a excepción del letón Konstantin
Raudive, quien en aquellos años residía en Suecia. Este hombre llevaba años investigando fenómenos relacionados con la
Parapsicología, en especial en todo lo relacionado con la supuesta vida después de la muerte, habiendo publicado el libro
sobre el tema El hombre del caos y su superación. Raudive conoció a Jürgenson en 1964, y le pidió que reprodujera ante él el fenómeno de las voces. Así
lo hizo Jürgenson , quien hizo escuchar a Raudive y un grupo de amigos una selección de sus mejores registros. Raudive quedó
impresionado con el fenómeno de las voces y vio en él una oportunidad para demostrar, con métodos empíricos la supervivencia
de algún tipo de vida después de la muerte física. Un trabajo en común Tras haber obtenido una ingente cantidad de registros psicofónicos, llegaron a la conclusión de que
las grabaciones de mejor calidad habían sido obtenidas en verano, después de la puesta de sol y cuando el tiempo estaba frío
y seco. En cambio las erupciones solares o la aurora boreal afectaban seriamente a la calidad de las voces obtenidas. Esto hizo pensar a muchas investigadores, y no sin razón, que el fenómeno de las voces podían deberse
a fenómenos de interferencia electromagnética, y más concretamente a emisiones radioeléctricas que muy fácilmente podían "colarse"
-y de hecho lo hacen en algunas ocasiones- en el magnetofón. Este argumento se apoya en el hecho de que las ondas de radio,
al igual que las "voces", se ven seriamente afectadas por las tormentas solares y la aurora boreal . Si además tenemos en
cuenta la precariedad de la tecnología de la época, en principio no es descabellado pensar que alguna emisora de radio se
"colase" por el magnetofón y dejase algún sonido grabado. Posteriores investigaciones descartaron de que el fenómeno se deba exclusivamente a emisoras de radio,
ya que en diferentes laboratorios de todo el mundo se obtuvieron psicofonías bajo el más estricto control, utilizando micrófonos
en cámaras insonorizadas, Jaulas de Faraday, etc. El propio Jürgenson asegura haber realizado grabaciones en presencia de técnicos de renombre, como
T.Laurent, profesor en el politécnico de Estocolmo o el Ingeniero electrónico Lemke de Münich; siendo imposible cualquier
recepción de señales externas debido al fuerte blindaje de los aparatos electrónicos. Su vinculación con la Iglesia Católica ha provocado ciertas suspicacias entre algunos investigadores
que dudan del descubrimiento casual de las voces, ya que Jürgenson bien podía haber conocido las investigaciones de Gemelli
y Erneti. Jürgenson falleció en 1987, habiendo publicado tres libros y docenas de artículos, muy pocos traducidos al castellano. Las investigaciones de Hans Bender Bender había realizado numerosas pruebas junto a Friedrich Jürgenson -que se extendieron a lo largo
de varios años- donde se constató empíricamente la realidad del fenómeno psicofónico, aunque Bender difería en la interpretación
del origen de las voces. La primera de las investigaciones de Bender, luego de algunos contactos previos con Jürgenson, tuvo
lugar en el verano de 1964, en el Instituto Alemán de Física de campo, ubicado en Northeim. Allí estuvieron presentes miembros
de este instituto, técnicos de sonido, doctorados en física y varios miembros del Instituto de Friburgo. En la experiencia
se utilizaron varios magnetófonos de la mejor calidad en aquel entonces. Durante la experimentación destinada a la captación de voces paranormales, surgieron -según el informe
de Bender- numerosas voces muy débiles, que solo pudieron ser interpretadas por Jürgenson, pero se grabaron otras que fueron
percibidas por la mayoría de los presentes y parcialmente comprendidas. En el transcurso de otra grabación, en la que se utilizaron
dos magnetofones Uher Report simultáneamente, se grabó una disertación de Jürgenson sobre el fenómeno de las voces.
Una de las copias aparecieron algunas inclusiones psicofónicas. En una copia destinada al Instituto que regentaba Bender,
surgieron nuevas voces en la cinta magnética. Posteriores análisis sobre el espectro de frecuencias, confirmaron la presencia
de estas voces en la nueva grabación. Esta primera fase de la experimentación realizada por Bender y su equipo, se limitó a analizar exclusivamente
las voces registradas directamente en cinta magnética, excluyéndose las recogidas a través de la radio por existir mezclas
de voces de emisiones normales con las presuntamente paranormales, pudiendo ocasionar confusiones. Las primeras conclusiones
de este estudio apuntaban a la objetividad de los fenómenos, descartándose cualquier manipulación de las cintas o los equipos;
o posibles confusiones o errores de interpretación. Continúan los experimentos Los experimentos con Friedrich Jürgenson y las voces se retomaron durante los primeros meses de 1970.
Esta nueva fase se desarrolló en Nysund durante los días 3 y 8 de mayo de 1970, con la total y desinteresada colaboración
de Jürgenson. Participaron en el experimento, las siguientes personas: el Dr. J.Keil, del Departamento de Psicología
de la Universidad de Tasmania, N. Lemke y su esposa, L. Belanger y el propio Hans Bender. Los participantes
se dispusieron alrededor de una mesa redonda, excepto Jürgenson que se quedó junto a su magnetofón (un Uher Report
4000). Delante de cada uno de los participantes de la mesa, se dispuso un micrófono al que posteriormente
se le agregó un pequeño tubo de cartón de 30 cm de longitud para orientar el sonido. Suspendido del techo, sobre la mesa,
se colocó otro micrófono conectado al magnetófono de Jürgenson. El resto de los sensores estaban conectados a cada uno de
los canales de otros dos magnetófonos; y todos ellos estaban unidos a través de cables de corta extensión (máximo 2,5 metros),
de modo que no interfiriera ninguna señal de radio. Un último micrófono estaba conectado a un osciloscopio, de modo que se
pudiese monitorear gráficamente cualquier sonido captado. Como medida de precaución, las cintas magnetofónicas a utilizar -nuevas todas ellas- se rebobinaron
sobre carretes metálicos, con el fin de eliminar cualquier carga de electricidad estática. El ingeniero Lemke rastreo toda
la habitación con un receptor de radio especialmente acondicionado, con el fin de detectar emisiones de alta potencia que
pudieran interferir en la experiencia. Las pruebas realizadas presentaron a esta posibilidad como excluida. Resultados de las experiencias El primer experimento realizado dio resultados positivos. Intercalada entre una conversación entre
Lemke y Jürgenson, en la que estaban hablando sobre una antena, se podía oír una voz que decía "SO HO HO". La psicofonía
era claramente audible en uno de los magnetófonos, mientras que en los otros la voz era mucho más débil. Una vez visualizado
el contenido de estas sílabas se presentaba como una "S" sonora, seguida de la repetición de la vocal "O" en tres ocasiones.
Según Bender, "La formación fonética de esta manera objetiva daba la impresión de un infantil intento de simular que se
habla en chino y podía tener relación con una conversación anterior mantenida con Jürgenson". El trabajo de Raudive Luego de sus trabajos en común, y por discrepancias de criterios, Raudive y Jürgenson continuaron sus
trabajos cada uno por separado a partir del año 1969. En la actualidad Por otra parte, los que desde un primer momento vieron en el fenómeno una suerte de tecnoespiritismo,
un contacto con las personas fallecidas, han perfeccionado sus teorías creando una cosmogonía propia sobre la vida más allá
de la muerte. Esta forma de entender la supervivencia surge de los supuestos contenidos de las voces, y se engloban en lo
que se conoce con transcomunicación instrumental (TCI). Hoy en día la TCI, es más que una serie de fenómenos donde se interpreta
un fenómeno de voces e imágenes paranormales como una comunicación con el más allá. La TCI es también un fenómeno de alcance
social. Existen en el mundo miles de personas que intentan, con una simple grabadora, captar las voces de sus familiares fallecidos.
Los socios de asociaciones de personas en duelo que buscan consuelo en unas voces psicofónicas, se
cuentan por miles en todo el mundo. Y a pesar de todo ello, la aceptación de este fenómeno como prueba de la supervivencia
a la muerte, sigue siendo cuestionable en términos científicos, y solo son una 'prueba' para quienes así deseen considerarlo
en función de sus propias experiencias. Entretanto, las psicofonías han entrado en su segundo siglo de existencia, sin pruebas
determinantes sobre cual es su origen ni los mecanismos por los que se produce. Extraido de www.mundomisterioso.com
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Uno de los métodos más populares para la obtención de imágenes paranormales en video, es el que utilizaba el alemán Klaus
Schrieber. Schriber trabajaba como técnico de sistemas de seguridad contra incendio en la ciudad de Aachen. A mediados
de los años ochenta, Schrieber experimentaba con la obtención de psicofonías, deseoso de captar las voces de sus seres queridos
ya fallecidos. Había sufrido una larga cadena de pérdidas de familiares, donde perdió a su mujer Gertrud, fallecida
poco tiempo después de que nació su cuarta hija, Karen; a los 18 años, Karen falleció después de sufrir intensos dolores
y pocos años antes, su hermano Robert perdió la vida cuando contaba con 22 años en un accidente de moto. También el sobrino de Schrieber, su cuñado, su madre y su segunda esposa. Esta cadena de desgracias motivó a Schrieber
a buscar en las voces primero, y en imágenes más tarde, algo de consuelo para esta sucesión de desgracias. Schrieber había
conseguido grabar algunas voces donde se le anunciaba de imágenes. Las voces le decían frases como "iremos a través del
televisor" o "luego nos verá en la televisión". Fue en mayo de 1984 cuando Schrieber obtuvo una psicofonía que
le invitaba a que encendiera el televisor. Desde ese momento comenzó a realizar una serie de experiencias utilizando el televisor
y una cámara de video con el objetivo de conseguir las imágenes de sus seres queridos en la pantalla de su TV. Los primeros intentos de Schreiber no arrojaron ningún resultado positivo. En un principio filmó algunos de los lugares
donde su madre acostumbraba a sentarse, utilizando diferentes métodos y velocidades, pero sin ningún resultado. A pesar que
Schrieber no tenía conocimientos técnicos en electrónica, ni tampoco unas fundamentadas creencias esotéricas, estaba motivado
por conseguir un "contacto" con sus familiares fallecidos, armado de una gran dosis de paciencia y perseverancia. Una psicofonía recibida por Schrieber, le puso en la pista sobre la forma en que debía orientar los aparatos. Una voz le
decía "canal vacío". El investigador alemán interpretó esta frase como que debía dirigir su cámara hacia el TV, colocando
éste en el canal de la propia cámara, sin emisión. Schrieber apuntó la videocámara hacia la pantalla del televisor de modo
que la propia imagen de la cámara se viese reflejada en la pantalla, tal como sucede con las imágenes de dos espejos paralelos.
A partir de esta configuración, elaboró un sistema más complejo con el cual afirmaba obtener imágenes que él atribuía al "Más
Allá". Esta disposición de la cámara y el televisor -ajustados de modo que la imagen no se mantenga estable- produce un fenómeno
conocido como realimentación, visualizándose en la pantalla una especie de "nubes" que se desplazan de forma anárquica formando
figuras de todo tipo. Schrieber llamaba a este estado de inestabilidad de la imagen "campo vibratorio". De entre las formas que surgieron en la pantalla, Klaus creyó reconocer la imagen de su hija Karen, lo cual le motivó aun
más para seguir experimentando y perfeccionando su método. Schrieber estaba convencido de que su hija había sido quien le
aconsejó a través de una psicofonía, que debía utilizar un video en blanco y negro, porque "ellos" solo pueden ser vistos
en estos colores. Debido a las características propias de la televisión, cada segundo de grabación está formado por veinticinco imágenes
estáticas; por lo cual en solo cinco minutos de filmación, debía revisar luego los 7.500 fotogramas que lo conformaban. Esta
es una prueba de paciencia para el experimentador, que debe ocupar mucho más tiempo en el visionado que en la propia grabación. A través de este sencillo sistema, Klaus Schrieber aseguró haber conseguido las imágenes de sus familiares fallecidos,
otros rostros de personas que no ha podido identificar y hasta algunos personajes públicos ya muertos y popularmente conocidos.
Entre sus imágenes más famosas, se encuentra la de la actriz Romy Schneider o la del rey Ludwick de Baviera.
De todos modos, Schrieber perfeccionó aun más su método, par obtener imágenes de mayor calidad. La configuración de Schrieber -1) Cámara de blanco y negro, con Zoom. La cámara (1) debe conectarse a la entrada del video (3) a través de un amplificador (2) que amplifique convenientemente
el nivel de la señal. Asimismo, la cámara debe estar situada de modo que quede un poco desplazada respecto de la perpendicular
de la pantalla y algunos centímetros por encima de esta. El televisor (4) debe conectarse a la salida del video de modo que
se reproduzca en él, la imagen captada por la cámara. El micrófono (7) debe pasar a través de un amplificador (8) y unirse
a la entrada de audio del video. Un segundo video (5) está conectado a otro televisor, interviniendo ambos en la segunda fase
de las grabaciones. Como complemento de la configuración, se colocan luces ultravioletas (9) e infrarrojas (10), que deberán
incidir levemente en la pantalla del TV; controlando los reflejos a través del papel de aluminio (11). El proceso de grabación Las numerosas imágenes obtenidas por Schrieber, fruto de cientos de horas de experimentación, se pueden clasificar en dos
tipos. Algunas de ellas aparecían ya formadas durante el proceso de grabación, no siendo necesario aplicarles ningún otro
tratamiento. Como este tipo de imágenes eran poco frecuentes, Schrieber sometía algunos fotogramas de sus grabaciones a un
segundo proceso. Primero seleccionaba aquellos fotogramas donde intuía que podía hallarse una imagen paranormal a medio formar.
Con un segundo video reproducía estas imágenes en otro televisor situado junto al primero. Ajustaba los controles de brillo
y contraste, así como los reflejos de las luces ultravioleta e infrarroja, y grababa con la videocámara la imagen. Este proceso
podía repetirlo hasta ocho veces hasta obtener, si era el caso, una imagen paranormal. Las otras imágenes de Schrieber Schrieber construyó una pantalla en su "laboratorio", donde se creaban imágenes paranormales producidas por las luces reflejadas,
con un aspecto semejante a las que se formaban en la pantalla del televiso. El sistema constaba de potentes fuentes luminosas
que incidían en una esfera espejada, de modo que los reflejos se mezclaban sobre la pantalla creando figuras reconocibles. Al igual que aconteció con los sistemas de video, las imágenes que se formaban en la pantalla eran, en un principio, figuras
fugaces que se observaban tan solo breves instantes. Sobre la marcha, el sistema fue reforzado con potentes fuentes de luz
muy puntuales, y las "caras" fueron ganando nitidez; aunque en ningún momento alcanzaron la calidad de las imágenes registradas
en video. Con este, su último diseño, Klaus Schrieber pretendía demostrar que las imágenes que venía recibiendo desde hacía unos
pocos años, no se trataban de ninguna manipulación técnica, y que igualmente podían conseguirse con métodos donde existiese
una menor intervención humana. Y aunque el experimentador alemán carecía de conocimientos técnicos suficientes como para manipular
una cinta de video, las suspicacias siempre estuvieron presentes entre algunos parapsicólogos y -como no- de los escépticos.
Klaus Schrieber falleció el 7 de enero de 1988, víctima de un segundo infarto. Y como parece ser una constante, su voz apareció
con posterioridad en numerosas cintas magnéticas de varios investigadores. Incluso el día mismo de su entierro, como si fuese
una macabro anuncio sobre la inmortalidad del alma. El método de Martin Wenzel La "estructura básica" se coloca parcialmente superpuesta a la pantalla del Televisor, antes de comenzar la grabación.
Seguidamente se la ilumina con una fuente de luz de gran potencia (puede servir una luz de cuarzo o la que produce un proyector
de diapositivas sin imagen), y se enfoca la cámara sobre esta estructura básica. A continuación se gira hacia la pantalla
del TV de modo que el plano captado abarque parte de la pantalla y parte de la estructura básica. Buscando los enfoques y
las distancias adecuados, se podrá observar en la pantalla la imagen de la estructura y de la cámara, repetidas varias veces.
Esta variante del método de Schrieber ofrece la posibilidad de que se formen numerosas figuras. A partir de estas imágenes,
Wenzel seguía el resto de los pasos para tratar las imágenes, tal como hacía si colega Schrieber. Un método complementario Esta modificación en girar la cámara 90 grados de modo que la imagen captada por el objetivo, es reproducida en la pantalla
del televisor, pero desplazada un cuarto de giro. Esta a su vez es captada nuevamente por la cámara que vuelve a reproducirla
con un nuevo desplazamiento de 90 º, y así sucesivamente, creando así una forma compleja donde cada imagen reflejada sufre
un progresivo desplazamiento de fase que se traduce en una figura de forma compleja. Siguiendo este mismo método, se puede experimentar con diferentes ángulos y posicionamientos de la cámara; compatibilizandolo
con algunas de las sugerencias que ya hemos reseñado, referidas a los tipos de iluminación y otros accesorios. Las imágenes de Raffaela Gremese La italiana Raffaela Gremese fue una de las primeras experimentadoras en conseguir imágenes paranormales registradas
en video. Comenzó -como tantos otros- experimentando sobre el fenómeno de las psicofonías, impulsada por el deseo de contactar
con sus seres queridos ya fallecidos. En el caso de Raffaela, deseaba oír a través del magnetofón la voz de su padre. En el transcurso de su paciente experimentación, una de las voces le sugirió que orientara la cámara de video hacia uno
de los extremos de la habitación, comenzando así a captar en video algunas imágenes de especial calidad. Raffaela Gremese presentó sus resultados durante el transcurso de un congreso sobre investigación de voces en cinta magnética,
celebrado en Udine-Italia en 1987; y organizado por el Gruppo sperimentale di Audizione Metafonica, fundado y dirigido por
el médico Roberto Mangani. Según su relato, en 1979 habría recibido una psicofonía donde escuchó la siguiente frase: "Raffaela, papá te espera
en el televisor". Sin lugar a dudas, la experimentadora italiana interpretó esta frase como un anuncio de que recibiría
imágenes desde el "Más Allá". Motivada por la situación, intensificó su ritmo de trabajo en busca de un contacto visual, y
en unos pocos días obtuvo la primera imagen. Se trataba de una figura transparente que había surgido en la pantalla. Luego de varios meses sin conseguir resultados, una vez más fueron las voces quienes le pusieron nuevamente en alerta.
Una voz, que Gremese identificó como la de su padre le aseguró que las imágenes volverían seis años después, en una mañana
de noviembre. Tal como había preconizado aquella voz, en noviembre de 1986, Raffaela Gremese comenzó a recibir nuevamente
imágenes en la pantalla del televisor. Según su propio relato, las voces le aconsejaron por aquel entonces sobre los medios
técnicos a utilizar, sugiriéndole que cambiase el video y que orientara la cámara hacia determinados rincones de la sala. Otro de los consejos que le dieron las voces fue el de cambiar su cámara fotográfica Polaroid -con la cual extraía
de la pantalla las imágenes- por una "reflex". Le sugirieron además que le colocara determinados filtros para obtener un mayor
contraste en determinados tonos, y lograr así unas reproducciones más nítidas. Extraido de www.mundomisterioso.com
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